AGRICULTURA, ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE
- Jero El Granjero
- 6 jun 2018
- 2 Min. de lectura

Hoy se celebra el día mundial del medio ambiente, por eso hemos querido aprovechar el momento para recordar lo que aporta la agricultura ecológica en el cuidado del medio ambiente.
La emisión de gases de combustibles fósiles y otros (Gases de efecto invernadero GEI), provoca un calentamiento global de la superficie de la tierra que altera los ciclos naturales de energía, produciéndose graves impactos ambientales. La agricultura convencional aporta el 20% del total de GEI liberados al ambiente a nivel mundial y además tiene una menor captación de carbono que un sistema de producción agroecológica, cuyos beneficios son:

· Favorece la preservación de la biodiversidad de microorganismos, plantas y animales.
· Mejora la fertilidad del suelo, haciendo que diversas combinaciones de plantas y animales optimicen los ciclos de los nutrientes y la energía, reduciendo así el uso de energía y recursos y asegurando un flujo eficiente de la misma.
· Cuida y preserva el agua para que se conserve en el tiempo y permanezca limpia.
· Emplea métodos de producción que reestablecen los mecanismos homeostáticos del ecosistema, por ejemplo, se cuidan los insectos polinizadores y algunos otros animales como ranas, mariposas y diversas aves, que a su vez controlan insectos, o se utilizan plantas o microorganismos como controladores biológicos.
· Hace reciclaje de materia orgánica y también de nutrientes, especialmente por la elaboración de abonos verdes con insumos naturales, labranza mínima, rotación de cultivos, entre otros.

· Fomenta la producción local de alimentos, con lo cual tiene impacto socioeconómico en los productores y ambiental al no transportar alimentos a grandes distancias.
· Reduce los costos y aumenta la eficiencia y la viabilidad económica de los pequeños y medianos agricultores, fomentando así un sistema agrícola potencialmente resiliente y diverso, buscando un equilibrio también entre productividad del ecosistema y sostenibilidad económica.
Por lo tanto, apoyar la agricultura ecológica y de cercanía es una forma de contribuir al cuidado del medio ambiente. De este modo, sabemos con certeza cuál es la procedencia de nuestros alimentos, nos aseguramos de que ningún ecosistema haya sido degradado para su obtención y así también estamos contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

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